Muralla de ángeles rodean tu casa

Este mensaje revela la protección total que Dios coloca sobre la vida de quien le pertenece. El Señor recuerda que Él mismo ha puesto un sello espiritual, una armadura completa y una muralla de ángeles alrededor. Nada está olvidado delante de Él: cada servicio, cada entrega, cada acto hecho en fe, tiene valor eterno.

Sello puse en sus corazones,
sello he puesto Yo en sus corazones. Yo los he sellado. En sus frentes coloqué el yelmo de la salvación, y he dado fortaleza a su corazón sin que pierdan la sabiduría, ni el amor, ni la dulzura. Un corazón fuerte que aún sabe amar.

Aseguré su cintura para que cada pisada sea firme. Puse calzado nuevo en sus pies, porque ya no caminan en el camino antiguo; su caminar ahora es nuevo. Y recuerden: Yo estoy enfrente y voy detrás; soy su escudo y su espada.

¿Recuerdan cuando les dije que muralla de ángeles rodeaba su casa?
Confirmado está. De mi boca no sale palabra que no sea cierta. Muralla levanté para ustedes, porque Yo cuido de los míos. Así como te guardé de accidentes, así como salvé tu vida cuando sentías que se te escapaba, así lo he hecho muchas veces.

Mi misericordia y mi gracia han estado contigo siempre. No duerme quien los cuida. Mis ojos están sobre ustedes. Los amo con amor eterno.

El que siembra en Mí, no siembra en vano. Yo no olvido la bondad de mis hijos, ni la palabra que han regado, ni los actos que han hecho en Mi nombre.

Las veces que predicaste sin fuerzas,
sin tener aliento, sin tener ganas, cuándo fuiste solo y pensabas que no había nadie, cuando pensaste que nadie te oía… Yo estuve ahí. Vi tu compromiso, vi tu lealtad. Cada acto tiene peso en Mi corazón, es el pago a tantas lealtades que has tenido porque Yo soy aquel que guarda solo las cosas buenas y cada una tienen peso en mi mente y en mi corazón y cuentan.

Con el amor con el que ves a tus hijos, así te veo Yo. Con la perfección con la que los miras, así te miro Yo. No soy capaz de verte con errores: te veo a través de mi gracia.

Yo te sigo educando para que tu fe sea más grande.
Recuerda que todo es posible para el que cree y ve más allá. No desesperes: es un tiempo.
Todo proceso tiene su fin. Yo estoy a cargo, Yo voy al frente.


Dios no solo te guarda: te ha sellado, te ha vestido de salvación, te ha armado y te ha rodeado de Su ejército celestial. Él recuerda cada acto de fidelidad, cada palabra sembrada y cada paso dado aunque fuera en debilidad.
Confía. Tu proceso tiene fin, y el que va delante y detrás de ti es el mismo Dios que te llamó, te salvó y te sostiene.

Deja un comentario