La verdadera fuerza no se encuentra en la autosuficiencia ni en la experiencia, sino en la presencia de Dios. Cada vez que nos acercamos a Él, recibimos una armadura espiritual que nos protege y nos hace firmes ante cualquier adversidad. Este mensaje nos recuerda que Su palabra no es solo consuelo, sino poder y vida, capaz de sostenernos en toda batalla.
Visiten Mi presencia,porque allí los fortalezco, allí los afirmo. En mi presencia pongo sobre ustedes armadura nueva; allí los hago fuertes y firmes. No perecerán, porque Mi palabra es vida y poder.
“Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.” — Efesios 6:10-11
“El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” — Salmo 27:1
Cuando habitan en mi presencia, la debilidad se convierte en fuerza, el temor en confianza, y la duda en fe. No es en su capacidad que vencerán, sino en Mi poder que los sostiene.
“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.” — Zacarías 4:6
Dios te invita a visitar Su presencia continuamente, porque allí hay renovación, protección y poder. En Su presencia se recibe la armadura que ningún enemigo puede derribar. Su palabra sigue viva y eficaz, fortaleciendo el alma y afirmando el espíritu.

