🕊 “No los He Dejado, Estoy Abriendo Caminos”

En los momentos en que parece que nada se mueve, Dios quiere recordarnos que no estamos solos. Aunque nuestros ojos naturales no vean, Él sigue obrando en lo invisible. Esta palabra es un llamado a mantener la fe firme, a cuidar el corazón cada día y a recordar que la lucha verdadera no es humana sino espiritual.

En ningún momento los he dejado.
Así que no teman, no lloren, no desmayen, porque Yo voy abriendo nuevos caminos y nuevos horizontes. Donde ustedes no ven, Yo sí veo. Donde ustedes no trabajan, Yo trabajo por ustedes. Sepan que todo tiene una causa, un motivo.

A veces pensarán que es Mi mano la que no obra, que retiene, que no ayuda, pero no es así. Recuerden que en todo momento se libra una batalla espiritual, y hay condiciones que Yo debo mover, trazar y ordenar. No es su lucha contra sangre y carne, sino contra potestades.

Por eso les he mandado siempre estar alerta y revestidos. Mantengan su mente llena de sabiduría divina, sus pasos firmes, no permitan que la duda haga nido en su mente ni que la falta de fe crezca. Así como se riega el jardín, rieguen la fe. Así como la lluvia riega la tierra, rieguen su corazón con bondad y paz cada día.

Recuerden que las armas ya se las he dado. Destruyan todo aquello que quiera arrancarlos de raíz, todo lo que quiera venir como polilla a destruirles. Nada puede tocar lo que Yo he sembrado en ustedes.


Dios te recuerda que no te ha dejado ni un solo momento. Aunque no veas resultados inmediatos, Él está abriendo caminos y librando batallas en tu favor. Mantén firme la fe, riega tu corazón con paz cada día, y usa las armas que Él ya te dio. Nada ni nadie podrá arrancarte de Sus manos.

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