🌿 “Con la Mirada al Frente”

El Señor nos recuerda que no está distante, sino presente en cada momento de nuestra vida: atrás, al lado y adelante. Él cubre, guía y defiende a sus hijos. Este mensaje es para todo aquel que se ha sentido cargado, cansado o con temor, y necesita renovar su fe en la promesa de Dios.

“De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.” — Job 42:5

Yo estoy contigo. Me posiciono detrás de ti para escuchar lo que hablan a tus espaldas; a tu lado para susurrarte al oído cómo debes caminar; y delante de ti para defenderte, porque “Jehová irá delante de vosotros, y el Dios de Israel será vuestra retaguardia” (Isaías 52:12).

No quiero que temas ni que tu corazón se llene de frustración. Aunque muchas veces hayas sentido la carga difícil y cansada, Yo pondré fin a tu agobio. Tus ojos se maravillarán y tu corazón se regocijará, porque Yo sé recompensar la fidelidad y dar buenas dádivas a quienes han sembrado con perseverancia. “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:9).

Levanta tu mirada y mantén claros tus pensamientos, porque “Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7). Rechaza lo que no proviene de Mí y reviste la armadura de Dios: pies firmes, cinturón de la verdad, yelmo de salvación que guarda tu mente, y sobre todo, el escudo que protege tu corazón. “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:11).

Hoy te confirmo que la soledad no te acompaña: es mi mano la que te sostiene, la que te levanta y la que te impulsa. Yo te doy de mi fortaleza y de mi sabiduría. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10).


El Señor afirma que su presencia rodea a sus hijos en todo momento. Él nos sostiene con su mano, nos da fuerzas y nos conduce hacia el tiempo de cosecha. No hay lugar para el temor ni la frustración, porque la victoria está asegurada en Aquel que va delante de nosotros.

Deja un comentario