Dios nos llama a un clamor constante, no como un acto religioso, sino como una expresión de dependencia, dirección y confianza. Este mensaje es un recordatorio firme de que antes de actuar, debemos consultar a Aquel que nos instruye. Dios está obrando en lo profundo, aunque no lo veas de inmediato, y te está entrenando para usar la autoridad que ya ha puesto en ti. Hoy, Él te dice que tomes la batuta.
Clama a mí y Yo te responderé.
Siempre te he dicho que Me pongas a Mí primero. Soy Yo quien te instruye, soy Yo quien te habla. Pero hay días que se te ha olvidado clamar antes de actuar, pedir antes de dar. Hoy te lo repito: pídeme antes de ofrecer, clama antes de decidir. Yo cuido de ti, pero también quiero que tú te cuides, que estés alerta delante y detrás. Usa las palabras con sabiduría y a su debido tiempo.
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” — Jeremías 33:3
“Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” — Proverbios 3:6
Traigo paz a tu vida.
Traigo mis palabras porque he dicho que eres torre fuerte, que eres obra nueva —y obra nueva implica todo nuevo. No te desesperes, Mi mano está obrando. Mis tiempos son perfectos. Toma tu tiempo, analiza, pero recuerda: Yo te respaldo. Yo sé que eres esforzado.
“Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.” — Salmo 29:11
“El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” — Filipenses 1:6
Te daré más sabiduría.
Todo lo que llegue a tu mano, nadie te lo podrá arrebatar, porque Yo le pongo sello. Pero también es necesario que tú lo afirmes, que tomes posesión con fe, que lo declares como tuyo. La fe es la clave. No dejes para mañana lo que es tuyo hoy. No delegues lo que te corresponde. Hay momentos donde el silencio entre tú y Yo ha sido suficiente, pero ahora te digo: habla.
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios… y le será dada.” — Santiago 1:5
“Creí, por tanto hablé.” — 2 Corintios 4:13
Yo te he dado autoridad y sabiduría.
Así que úsala. Toma la batuta. Habla con claridad. Da el mensaje que debas dar. Que todos escuchen lo que tienes que decir. Aprópiate de lo que es tuyo y no lo sueltes. Yo estoy obrando por ti, y tú estás obrando para Mí. No temas, porque Yo estoy contigo y voy delante de ti.
“He aquí, os doy potestad… sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.” — Lucas 10:19
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo.” — Isaías 41:10
Dios te recuerda que no puedes caminar en autoridad sin antes caminar en dependencia. Tú tienes una voz que Él mismo ha activado. No la calles. Ora antes de actuar. Declara lo que es tuyo con fe. No dudes de lo que Él ya te ha entregado. Este es un tiempo para hablar, afirmar y caminar con firmeza.

