🌿 “Dios honra a los que le honran”

Dios no solo obra por nosotros, también obra con nosotros. A veces olvidamos que no somos simples siervos sin valor, sino colaboradores de su obra eterna. Este mensaje revela cómo el Señor se complace en aquellos que caminan en fidelidad, humildad y obediencia, y cómo Él recompensa a los que siembran con propósito. Es una palabra de afirmación, alianza y esperanza para todo aquel que ha decidido construir de la mano de Dios.


Grandes son mis propósitos, grande es mi misericordia sobre tu vida.
Grande es lo que he diseñado para ti, porque el que se minimiza será engrandecido, pero el que se engrandece a sí mismo, Yo lo reduciré. Yo respaldo a los que obran para el bien, porque el que anuncia la paz ha sido enviado en mi Nombre —y quien es enviado en mi Nombre, es bendecido. Yo cuido de los que me buscan.

“Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.”
— Lucas 14:11
“Cuán hermosos son… los pies del que anuncia la paz, del que trae buenas nuevas.”
— Isaías 52:7


Yo los edificaré tan grandemente, que ustedes no lo pueden imaginar.
Aún no han llegado a la cima de lo que he planeado, y ya muchos se maravillan de lo que he hecho con ustedes. Y aún así, ni siquiera han llegado a la mitad de lo que tengo reservado.

“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó… son las que Dios ha preparado para los que le aman.”
— 1 Corintios 2:9


Yo los cuido del acto oculto, de toda envidia.
No temáis. La víbora habla, pero no tiene dientes. Puede alzar su voz, pero no puede tocarte. Yo soy el León que va al frente por mis hijos. Yo soy tu fuerza. Te he dicho: correrás y no te cansarás, caminarás y no te fatigarás. Yo te doy nuevas alas.

“Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas…”
— Isaías 40:31


Cada día, mi gracia desciende sobre ti.
Yo estoy con los que me buscan, con los que me aman. No temas lo que vendrá, porque tú has sembrado y Yo he abonado tu cosecha. Yo edifico tu casa. Yo sustento tu labor. Nuestro trabajo —el tuyo y el mío— es un trabajo conjunto, porque tú me ofreciste servir a los míos, y Yo prometí bendecirte. Estamos trabajando juntos: tú y Yo somos equipo. Tus sueños me importan, y mis sueños también te importan. Por eso somos uno.

“Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican.”
— Salmo 127:1
“Porque somos colaboradores de Dios…”
— 1 Corintios 3:9


Has cautivado mi corazón con tu fidelidad.
Yo estoy contigo, hija mía. Avanza con paz, con paciencia. No turbes tu corazón ni temas. Yo he puesto espada en tu mano para destruir toda obra de maldad; he puesto escudo en tu brazo para que te defiendas; he puesto sabiduría en tu mente, y esa sabiduría fluye directamente de Mí.

“No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”
— Juan 14:27
“Toda buena dádiva… desciende de lo alto, del Padre de las luces.”
— Santiago 1:17


Por tus labios y palabras sabrán que eres hijo mío.
La prudencia que hay en ti te identifica como tal. Te he dado calzado nuevo para quitar tu fatiga, porque los grandes no nacen de repente —se construyen paso a paso. Las cosas gigantes primero fueron pequeñas. Ahora tienes conocimiento amplio, pero es un conocimiento humilde, que no se jacta.

“Por el fruto se conoce el árbol.”
— Mateo 12:33
“Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”
— Santiago 4:6


Yo estoy contigo.
Y te abriré puertas en todo lugar que toques, en todo lo que propongas con rectitud. Enviaré ayuda también, siempre de forma cautelosa y con vigilancia. Yo no duermo. Yo estoy contigo.

“He aquí, Yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres.”
— Génesis 28:15
“No se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.”
— Salmo 121:4


Dios no solo guía tus pasos; Él camina contigo como socio, como protector, como Padre. Esta palabra confirma que tus obras no son en vano y que tu fidelidad ha activado un respaldo celestial inquebrantable. No temas. Las puertas se abrirán, la sabiduría fluirá y tu voz será reconocida como la de un hijo verdadero. Sigue caminando, sigue sembrando. Él está contigo.

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