No temas, aunque ladren voces a tu alrededor… ¿Acaso el perro que ladra muerde? ¿Y cuántas veces la boca que más habla tiene verdadero conocimiento? Lo que importa no es lo que otros digan, lo que importa es lo que Dios ha dicho. Él ha establecido un pacto eterno contigo, y sus promesas no fallan.
📖 “No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10)
Él conoce el peso de la paciencia, porque ha detenido su mano y su ira muchas veces. Nos enseña que es sabio dejar ir la ofensa, que las palabras regresan a quien las pronuncia. No creas que las palabras se las lleva el viento; toda promesa, toda declaración, tiene poder y permanece.
📖 “Mas yo os digo: Que toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.” (Mateo 12:36)
Por eso, mantente en paz, porque el Señor es quien te defiende y te cuida.

En medio de las críticas, los chismes y los juicios injustos, muchas veces el corazón del creyente se cansa y se turba. El enemigo quiere que perdamos la paz y reaccionemos con ira o desesperanza. Pero en esos momentos, el Señor nos recuerda con ternura y autoridad:
“Yo soy quien los defiende”.
No estás solo. No tienes que gastar tus fuerzas en explicar, demostrar o responder. Tu mayor defensa no es tu voz, sino la presencia poderosa de Dios contigo, quien pelea por ti en lo visible y lo invisible.
📖 “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.” (Éxodo 14:14)
El Señor conoce el corazón humano. Él ha visto cómo muchas bocas se llenan de palabras sin conocimiento, cómo se levantan voces que juzgan sin verdad, y ha visto cuánto cuesta guardar silencio cuando todo dentro de ti quiere responder.
📖 “El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio al fin la sosiega.” (Proverbios 29:11)
Y en ese silencio que a veces duele, Dios está trabajando. Él te dice:
“Yo sé cuánta paciencia se necesita para no explotar, créeme… Yo he contenido mi mano muchas veces. Pero es de sabios soltar, perdonar, dejar ir la ofensa y seguir adelante con paz en el corazón.”
Las palabras no se las lleva el viento. Toda palabra vuelve. Toda promesa dada, todo juicio pronunciado, toda crítica dicha regresa a su origen. Por eso, cuida lo que sale de tu boca, pero también no te atormentes en que lo que otros dicen sobre ti, Dios lo tiene bajo control y te defenderá siempre y cuando tú obedezcas a sus mandamientos.
📖 “Toda arma forjada contra ti no prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová…” (Isaías 54:17)
No importa lo que digan, lo que piensen o lo que intenten. Al final se cumplirá lo que Dios ha dicho de ti. Él tiene un pacto contigo. Un pacto eterno, sellado con gracia y misericordia.
📖 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” (Jeremías 29:11)
Así que no temas, no respondas con ira, no te distraigas con la crítica. Camina con la paz del justo, porque el cielo habla a tu favor y tu defensor es eterno.
Señor amado, gracias porque no necesito justificarme ni pelear con palabras. Tú eres mi defensor, mi escudo y mi justicia. Ayúdame a guardar mi boca, a caminar en paz, y a confiar que tú harás justicia en su tiempo. Silencia toda voz que no viene de ti y fortalece mi corazón para no caer en provocación. Confío en que se cumplirá lo que tú has dicho, porque tus planes son eternos.En el nombre de Jesús, Amén.
