El Consuelo y Fortaleza del Señor

Es importante recordar la grandeza y el consuelo que nuestro Señor nos ofrece en todo momento. En tiempos de tribulación y confusión, es fácil sentirnos perdidos y desanimados. Sin embargo, la Palabra de Dios nos asegura que Él está con nosotros, que no debemos temer ni afligirnos, porque Su poder y Su presencia nos acompañan.

Salmos 34:18-19
«El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo librará el Señor.»

1. La Presencia de Dios en Todo Momento:
«Mirad pues, que tan bueno y delicioso es buscar mi presencia en todo momento. Yo estoy con ustedes, no aflijan el corazón ni tengan miedo ni se atribulen porque el poder mío está con aquel que me busca, con aquel que atiende mi llamado.» Jesucristo.

Nuestro Señor nos invita a buscar Su presencia constantemente. No importa cuán difíciles sean las circunstancias, Él nos asegura que está con nosotros. Esta certeza debe llenar nuestros corazones de paz y confianza. Cuando buscamos a Dios y atendemos Su llamado, podemos descansar en Su promesa de que Su poder nos acompaña.

2. El Consuelo en la Aflicción:
«Así que ustedes me conocen, saben que Yo estoy, que Yo habito con ustedes. Yo les digo que quito esa aflicción porque he dicho que vengan a mí todos los que están atribulados, confundidos, desesperados que Yo soy el descanso, que Yo doy a mis ovejas el descanso, que Yo soy el que está y el que permanece, porque Yo fui antes y Yo seré siempre.» Jesucristo.

Dios nos conoce y sabe nuestras necesidades. Él nos llama a venir a Él en momentos de angustia y desesperación. Él es nuestro refugio y descanso. A través de Su presencia, encontramos paz y alivio, porque Él es eterno y siempre está con nosotros.

3. La Fidelidad y Generosidad de Dios:
«Porque Yo soy fiel y sincero, porque Yo se dar también, Yo sé que ustedes han dado, Yo sé lo que han dado. Yo estoy, Yo estoy con ustedes satisfecho, aunque el progreso tal vez no sea mucho y que tal vez ustedes sientan que no han avanzado, pero ante mis ojos ha habido avance, ha habido progreso. Yo sé dar también, confiad pues que el que ya venció vencerá siempre.» Jesucristo.

Dios es fiel y reconoce nuestros esfuerzos, aunque a veces no veamos resultados inmediatos. Él nos asegura que ha habido progreso ante Sus ojos y nos anima a confiar en Su fidelidad. Nuestro Señor nunca nos defraudará, y Su victoria es nuestra victoria.

4. Renovación y Fortaleza:
«Pongo nuevas alas, nuevas fuerzas porque te he levantado para ser torre fuerte, pirámide de roca dura, porque Yo he puesto ladrillo tras ladrillo en tu construcción, porque no habrá quien pueda hacerte frente, porque Yo he hecho de ti torre y taza nueva, edificio nuevo es tu ser.» Jesucristo.

Dios nos renueva y fortalece. Nos ha levantado para ser fuertes y resilientes, como una torre firme y una roca dura. Él está construyendo nuestras vidas ladrillo por ladrillo, asegurándose de que nada ni nadie pueda derribarnos.

5. La Protección y Provisión de Dios:
«Así pues, hijo mío, levanta la vara, levanta la vara y camina sin miedo porque Yo estoy contigo y Yo voy al frente de ti. Así que sin miedo y sin desmayar porque de mi escucharás, porque de mí conocerás, porque Yo soy quien te cuida, Yo soy quien te respalda, Yo soy quien te protege, Yo hago llegar a tu mano mi bendición, Yo hago llegar a tu silla mi bendición, Yo hago llegar para ti el maná de los cielos, la frescura de mis labios en palabras diciéndote que Yo estoy contigo, que Yo soy tu fortaleza, que Yo soy tu fuerza.» Jesucristo.

Dios nos insta a caminar sin miedo, sabiendo que Él está con nosotros y va delante de nosotros. Él nos cuida, nos respalda y nos protege. Su bendición y provisión están siempre a nuestro alcance, dándonos fortaleza y renovando nuestras fuerzas.

Conclusión:
Hermanos y hermanas, confiemos en la presencia y el poder de nuestro Señor. Él está con nosotros en todo momento, nos consuela en nuestras aflicciones, nos renueva y nos fortalece. Caminemos sin miedo, sabiendo que nuestro Dios es fiel y siempre estará con nosotros. Que esta verdad nos llene de paz y confianza mientras seguimos adelante en nuestra jornada de fe.

Oración Final:
Señor, gracias por tu presencia constante en nuestras vidas. Gracias por el consuelo y la paz que nos ofreces en momentos de tribulación. Ayúdanos a confiar siempre en tu fidelidad y a caminar sin miedo, sabiendo que tú vas delante de nosotros. Renueva nuestras fuerzas y fortalece nuestra fe cada día. En el nombre de Jesús, amén.

Deja un comentario