Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy nos reunimos para meditar sobre un evento trascendental y glorioso: la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo. Esta es una doctrina fundamental de nuestra fe cristiana, llena de esperanza y promesa. La Biblia nos habla claramente sobre este evento y nos ofrece una visión de lo que será ese día glorioso. Quiero que nos enfoquemos en tres aspectos de la Segunda Venida: la promesa, la preparación y la esperanza.
La Promesa de Su Venida
Jesús mismo nos prometió su regreso. En Juan 14:3, Él dijo: «Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis». Esta promesa nos asegura que nuestro Salvador no nos ha abandonado. Él ha ido a preparar un lugar para nosotros y volverá para llevarnos con Él. Esta es una promesa de amor y de redención completa.
El apóstol Pablo también nos recuerda esta promesa en 1 Tesalonicenses 4:16-17: «Porque el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor».
La Preparación para Su Venida
La promesa de la Segunda Venida nos llama a estar preparados. Jesús nos advirtió en Mateo 24:42: «Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor». La preparación no es solo una cuestión de esperar pasivamente, sino de vivir activamente nuestra fe. Debemos estar espiritualmente alertas, orando, leyendo la Palabra de Dios y viviendo de acuerdo con sus enseñanzas.
En la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13), Jesús nos enseña la importancia de estar preparados. Las vírgenes prudentes tenían aceite en sus lámparas, mientras que las insensatas no. Cuando llegó el novio, solo las prudentes estaban listas para entrar en la boda. Este aceite simboliza la presencia continua del Espíritu Santo en nuestras vidas y nuestra relación constante con Dios.
La Esperanza de Su Venida
La Segunda Venida de Cristo es una fuente de esperanza y consuelo para los creyentes. En un mundo lleno de dolor, sufrimiento y caos, la promesa del retorno de Cristo nos da una esperanza firme. Apocalipsis 21:4 nos dice: «Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron».
Esta esperanza nos motiva a perseverar en la fe, sabiendo que un día, todo será renovado. No solo seremos reunidos con nuestro Señor, sino que también experimentaremos una nueva creación donde no habrá más pecado ni sufrimiento. La esperanza de la Segunda Venida nos impulsa a vivir vidas santas y a compartir el evangelio con otros, para que también ellos puedan conocer esta esperanza.
Cristo viene pronto
Queridos hermanos y hermanas, la Segunda Venida de Cristo es una promesa segura, un llamado a la preparación y una fuente inagotable de esperanza. Vivamos cada día en la expectativa de su regreso, permaneciendo firmes en la fe y sirviendo a nuestro Señor con todo nuestro corazón. Que esta esperanza nos inspire a ser fieles y a proclamar el evangelio, sabiendo que nuestro Redentor viene pronto.
Amén.
GENERACIÓN DE VIDA 