Dios te edifica. Dios te bendice.

Grandes son mis propósitos y grande es mi misericordia sobre tu vida. Mis planes son inmensos porque aquel que se humilla será exaltado y aquel que se engrandece será humillado. “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido” (Lucas 14:11). Aquel que obra y trabaja para bien, yo obro para él también, porque aquel que anuncia la paz ha sido enviado en mi Nombre, y el que es enviado en mi nombre, es bendecido. Yo cuido de todo aquel que me busca. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

Yo los edificaré tan grandemente que ustedes no se imaginan. Los haré grandes en todos los aspectos. Aún no han llegado a la cúspide y la gente ya se admira por lo que he hecho por ustedes, porque aún no han llegado ni a la mitad de lo que quiero hacer y ya todos hablan. “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11).

Yo los cuido de todo acto y envidia, así que no temáis porque la víbora solo tiene boca mas no posee dientes, así que solo podéis escuchar su voz mas no podéis estar temiendo. “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos” (Éxodo 14:14). Porque yo soy el león que sale al frente a cuidar de sus hijos, porque yo soy las fuerzas de mis hijos, porque les he dicho que correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán, porque yo les doy nuevas alas. “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:31).

Cada día mi gracia desciende sobre los míos, porque yo estoy con quien me busca y con quien me ama. De cierto les digo que cada uno tiene lo que siembra, así que no teman de la cosecha pues, porque el que ha abonado su cosecha soy yo. “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7). Yo soy quien edifica su casa, porque nosotros somos socios. Tú me prometiste trabajo para los míos y yo te prometí darte la bendición porque tú darías. Y estamos trabajando en eso porque tú y yo somos equipo, porque tú y yo tenemos cosas que contar y sueños que cumplir. “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo” (Isaías 41:13).

Has cautivado mi corazón con tu fidelidad y yo estoy contigo, hijo mío, así que al frente con paz, con paciencia, no turbando tu corazón ni teniendo miedo en ningún solo día. “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27). He puesto espada en tu mano para que cortes y destruyas, y escudo en tu mano para que te defiendas de todo ataque. He puesto en tu mente sabiduría que emana directamente de mi fuente. “Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia” (Proverbios 2:6).

Por tus labios y tus palabras te conocerán que eres hijo mío, porque la prudencia está en ti. Te conocerán por hijo mío siempre y yo he puesto en ti calzado nuevo para quitar tu fatiga, porque los grandes se construyen paso a paso. “Así que, no seamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros” (Gálatas 5:26).

Yo estoy contigo y te abro las puertas de todos los lugares que tú toques, de todos los lugares que tú propongas. Yo enviaré ayuda también, siempre cauteloso, siempre en vigilancia. “He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho” (Génesis 28:15).

Con amor y bendición,

Tu Padre Celestial

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