El corazón agradecido vale por dos.

Al respirar, mira con cuanta dulzura Dios te brinda lo vital que es vivir. Al mover un dedo es su voluntad haciéndose en ti. Cada cosa que pasa es una bendición y un beso suyo para ti, es algo que Dios quiere darte.

El caminar, el poder desplazarte, el ir y regresar; es una bendición y un regalo que Dios te da, el ver a los tuyos sonreír con salud es otro regalo que Dios te da, un lugar con techo para descansar es otro regalo que Dios te da, sentarte en una mesa y poder ingerir lo necesario para vivir es un regalo que Dios te da, el poder sonreír al saber que los tuyos no están en un hospital es otro regalo que Dios te da, el tener un lugar donde congregarte y escuchar su palabra sin sufrir persecución es otro regalo que Dios te da, tener una fuente de trabajo y poder obtener dinero íntegro y confiable es otro regalo que Dios te da, el poder leer esto y comprender que hay gente que escribe para ti es un regalo que Dios te da, y aún te preguntas

¿Cuáles son los regalos que Dios tiene para mí?

Agradece a Dios siempre hasta por lo que estás acostumbrado a tener, porque el corazón agradecido vale por dos.