Un nuevo año inicia y con él nuevos propósitos.
Son los deseos los que mueven nuestro corazón y nuestra intuición. Son los objetivos fines que son parte de una meta. Son los sueños generalmente deseos idealizados, son aquello que anhelamos y lo vemos a largo plazo. Pero, los propósitos son la voluntad de hacer algo. Un propósito por general puede consistir en un sueño, un objetivo, en una meta y en un deseo. Si quisieras resumir todo lo que en algún momento pudieras lograr, hablaríamos de propósitos. Por eso debemos iniciar en este nuevo año con propósitos firmes y que todo lo que nos propongamos sea primeramente la gloria de Dios en nuestras vidas y el establecimiento de Cristo en nuestro hogar y todo lo demás vendrá por añadidura.
Te propongo por medio de este post, que te propongas éstos 4 principios básicos para iniciar este nuevo año y verás como la gloria de Dios se establece en tu vida, en tu hogar y en todo lo que te rodea:
- Cambiar mis costumbres ante Dios:
Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos. Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad. Efesios4:22-24. La costumbre es un hábito que con el tiempo se convierte en un comportamiento normal. Estamos tan acostumbrados a actuar de cierta manera que muchas veces ya hasta nos parece un comportamiento natural. Las discusiones, las críticas, las mentiras, las malas palabras, el juzgar, el enojo, la rabia, y tantos otros se han convertido en nuestra manera de actuar que ya hasta los consideramos parte de nuestra personalidad. Pero Dios nos ha prometido nuevas vestiduras: nuevas costumbres y nuevos hábitos. En la manera que vayamos poniendo de nuestra parte empezaremos a revestirnos con nuevas costumbres y nuevos hábitos: la puntualidad, la responsabilidad, la honestidad, el escuchar, el poner atención, la obediencia, el preocuparnos por los demás, el apoyo al prójimo, la paciencia, y tantos otros son parte de la nueva persona en la que nos podemos convertir si cambiamos nuestras costumbres ante Dios. Leer La Biblia y asistir a una congregación (encontrar ayuda espiritual) nos ayudará muchísimo para dejar nuestras viejas costumbres y adquirir las nuevas.
- Pasa tiempo a diario con Dios
Dios es relación y no religión y la mejor manera de pasar tiempo con Él es orando y leyendo su palabra. Oren en todo momento. Tesalonicenses 5:17. Proponte leer La Biblia 10 minutos diarios, no te olvides dar las gracias a Dios en todo y Ora en las mañanas al despertar y Ora en las noches al dormir y verás cómo día a día mejorará tu relación con Dios y pasarás más tiempo con Él.
- Pon a Dios en primer lugar
Da gracias a Dios en todo momento, dale la honra a Él, díselo en secreto y verás cómo tu vida cambiará, verás como Él te gloría a ti también. Reconócelo en todo momento y Él también te reconocerá a ti. Cuando logras amar a Dios, todas las recomendaciones que él te da nunca te serán difíciles. Dios es nuestro creador y lo debemos poner en primer lugar. Busca primero el reino de Dios y lo demás te vendrá por añadidura.
- Contar las maravillas de Dios
Y les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia. Marcos 16:15. El predicar el evangelio es contar las grandezas que Dios ha dado a nuestras vidas, es contar como Dios ha hecho maravillas en nosotros y en los que nos rodean. Es decir que tenemos una salida y que esa salida es Jesucristo. Es dar testimonio en nosotros y de todo lo que está en La Biblia, es decir que Dios es Amor. Ve y practícalo.
Ahí está tu espacio, ahí está tu lugar, ese lugar nadie más lo puede ocupar porque tú eres único y ese lugar fue diseñado para ti y Dios está esperando a que te animes, no hay necesidad de ser experto, Dios será tu maestro y tú su alumno, Dios te va a capacitar, solo es cuestión de que te animes, solo es cuestión de que te lo propongas. Da gracias a Dios porque estás a punto de abrir un regalo de 365 oportunidades, solo pídele sabiduría y entendimiento para que desde el primer día sepas identificar que de la mano de Dios todo irá mejor. Que la paz de Dios reine en nuestros hogares y que su misericordia nos llene cada día en estos nuevos 365 días, que su gloria nos llene de la felicidad que solo Él nos puede dar. Que todas las bendiciones que Dios tenga para nosotros lleguen y que ningún hábito ni costumbre las interrumpa. Recibo Padre, todo lo que tú has planeado para mí, lo recibo en el Nombre Poderoso de Jesús. Sé que todo lo que darás a mi vida será de gozo, felicidad y bienestar.
Gelen Dávila / Generación de Ester
