Creyendo a favor de otros.

Por aquel tiempo había en la ciudad de Jope una creyente llamada Tabita, que en griego significa Dorcas. Esta mujer pasaba su vida haciendo el bien y ayudando a los necesitados. Por aquellos días, Dorcas enfermó y murió. Su cuerpo, después de haber sido lavado, fue puesto en un cuarto del piso alto. Jope estaba cerca de Lida, donde Pedro se encontraba; y como los creyentes supieron que estaba allí, mandaron dos hombres a decirle: «Venga usted a Jope sin demora.» Y Pedro se fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron al cuarto donde estaba el cuerpo; y todas las viudas, llorando, rodearon a Pedro y le mostraron los vestidos y túnicas que Dorcas había hecho cuando aún vivía. Pedro los hizo salir a todos, y se arrodilló y oró; luego, mirando a la muerta, dijo: — ¡Tabita, levántate! Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se sentó. Él la tomó de la mano y la levantó; luego llamó a los creyentes y a las viudas, y la presentó viva. Esto se supo en toda la ciudad de Jope, y muchos creyeron en el Señor. Hechos 9:36-42

¿Cuántas veces has incluido a terceras personas en tus oraciones por que deseas que Dios haga una obra magnifica en su vida y porque deseas que a él o ella le vaya bien y de todo tu corazón? Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz. Santiago5:16. Orad unos por otros y serán sanados.  Dios a través de este versículo nos está invitando a orar por otros, a interceder por otras personas, y es válido; es justo. Es por gracia que debemos interceder a Dios por los demás, para que busquen el camino de Dios, para que su relación matrimonial se reivindique, para que haya sanación en su vida, para que busque los caminos de Jesucristo y de esa manera se refleje un cambio para bien en su vida. No todo lo que percibimos es tal como lo vemos, solo Dios conoce los problemas de cada persona, intercedamos ante nuestro Señor por los demás, Dios sabrá cuál es el cambio que necesite tal persona. Oremos a favor de los demás, no importa quien sea, oremos a favor del otro, oremos, intercedamos por él o ella.

Necesitamos ser personas de fe y valentía para creer por otros. Hay personas que están pasando por momentos difíciles en su vida que posiblemente ya ni creen en sí mismos, pero alguien tiene que tomar esa iniciativa y hablar por él o ella ante Jesús; y ese alguien si tú quieres, puedes ser tú. Si hay alguien en nuestra familia, en nuestro trabajo, en nuestra casa, en nuestro entorno, que esté sufriendo, tenemos que llamar la atención de Dios con oración y pedirle al Todopoderoso que fije sus miradas; intercediendo por él o ella. Dios quiere corazones valientes que digan, voy a moverme yo ante El Señor por esta persona para que pueda ser escuchada mi oración y mi intercesión tenga una recepción ante Dios. Intercedamos por los demás. Dios hace obras por nosotros, incluso si la persona por la que estamos pidiendo es un incrédulo. Dios necesita que creamos en él y creyendo a favor de otros le demostramos cuán grande es nuestra fe.

¿Cuántas veces hemos visto personas muy cercanas a nosotros, postradas, desconsoladas y no hemos tendido la mano? Posiblemente por ignorancia y otras veces por falta de fe, por no saber que en nuestra oración Dios pudo haber contestado. Hoy pongamos un acto de fe, en el que coloquemos el nombre de aquella persona en la cual deseamos ver una vida nueva. Señor, delante de ti ponemos a esa persona Señor, que tú conoces, resucítalo señor, resucítala Señor, porque sé que tú puedes hacerlo, porque yo te lo pido y sé que tú me escuchas y sé que tú te complaces en que yo interceda por esta persona. Desde donde estés pon a esa persona que has deseado ver con paz, libertad, sanidad, libre de enfermedad, libre de drogadicción, libre de alcoholismo, libre de incredulidad, pon a esa persona que quieres ver con una sonrisa en su rostro, pon a esa persona que quieres ver un cambio en él o ella, pon ante los ojos de Dios, has que el señor incline su mirada hacia él o ella, has que el Señor se fije en esa persona a través de tu oración, has que tu intercesión sea de gracia para nuestro Dios. Intercede, muéstrale al Señor que estás creyendo a favor de otros.

Gabriela Reyna

Generación de Ester

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