Dios nos llama a tener una fe sin condiciones. Que creamos sin necesidad de ver. Que dejemos de cuestionar. Que dejemos de querer una prueba, algo certero, ver para creer. -Bienaventurados los que no vieron y creyeron. Juan 20:29-. Sin fe somos como una hoja al viento, no tenemos firmeza. Porque Dios es la firmeza de nuestra vida. Porque nuevas son sus misericordias cada día. Él busca una cercanía contigo y lo único que debemos hacer es aceptarlo en nuestro corazón y reconocer por fe, que el Señor Jesucristo es nuestro salvador. Por afirmarnos en la fe se nos vienen recompensas grandes.
La fe debe ser justa, es la que ayuda al hermano, la que presta ayuda al necesitado, es la que apoya al enfermo, es la que cuenta el Evangelio; éstos son pasos de fe. La fe debe de ser voluntaria, no se le puede obligar a nadie, pero el compromiso del Cristiano es compartirla. Nuestra fe se debe basar en la palabra de Dios. Dios nos manda a decir la verdad y la verdad está en las escrituras. La fe se presenta en una vida sobrenatural. Se vive en lo sobrenatural. Dios quiere intimidad con usted. Que lo busquemos en lo secreto, que lo llamemos en su Espíritu. La fe es un musculo, el cual debemos ejercitar. Buscar más y más, y cada día crecerá y crecerá. La fe es como una semilla de mostaza, así debemos de cultivar nuestra fe.
Noé nunca en ningún momento dejó de creer, a pesar de las críticas, las burlas, las humillaciones, a pesar de los menosprecios él confió en la palabra de Jehová y gracias a su fe, tú tienes la oportunidad de creer en Dios hoy. -Por la fe Noé, siendo advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó un arca para la salvación de su casa. Génesis 11:7-.
Cuando estamos pasando una dificultad y Dios ya nos dio una promesa, nuestro corazón se entristece y nos desesperamos cuando vemos que la bendición no llega. Por el deseo o la necesidad que tenemos, queremos que Dios nos responda inmediatamente y que nos haga ver, lo que queremos ver; pero Dios, tiene calculados todos los tiempos y acontecimientos en nuestra vida y tiene asignado que cuando activemos nuestra fe, las bendiciones vendrán. Las bendiciones de Dios no giran alrededor de tiempos del reloj, giran conforme a los pasos de fe. -Sin fe es imposible agradar a Dios. Hebreos 11:6-. Si el Señor ya le hizo una promesa, créala, reafirme esa promesa en su corazón. Él busca un corazón sincero, un corazón agradecido, un corazón que crea que Él lo hará.
Que nuestra fe sea como la semilla de mostaza, fructífera, amplia y establezca las raíces en nuestro Padre, esas raíces profundas. Y que nuestro Dios sea quien pueda cosechar los frutos que demos por medio de la fe en Él. Por el oír viene la fe. Y cada palabra que escuches alrededor de Dios viene a ser abono a esa fe que ya existe.
Gelen Dávila Generación de Ester
